Hace pocos días se cumplieron 35 años desde el accidente de Chernobyl, accidente que durante los primeros días se cobró la vida de un centenar de personas, pero que en el largo plazo afectaría la vida y la salud de más de 1,5 millones de personas; además de forzar a la evacuación para siempre de otras 120.000: Priviat, la ciudad más cercana a la planta quedó inhabitable durante los próximos 20.000 años.
Además de la catástrofe humana antes señalada, el accidente de Chernobyl tuvo importantes consecuencias económicas y políticas. Por un lado, la imagen de la Unión Soviética se vio fuertemente dañada antes las potencias occidentales, en el caso de Bielorrusia, las altas dosis de radiación implicaron la pérdida de un 20% de sus terrenos cultivables, y por último, el movimiento antinuclear se hizo más y más influyente.
Treinta años después, mientras que en la mayoría de los países de Europa hay planes para terminar con la producción basada en energía nuclear, países de Asia como China o India aumentan año a año su dependencia de este tipo de energía.
Conversamos con Sebastián Ortiz, Licenciado en Física de la U. Santa María, profesor de física y matemáticas en dicha casa de estudios y candidato a concejal por Valparaíso sobre el accidente de Chernobyl.
Primero que todo. ¿Por qué la radiación nuclear es tan dañina?
La radiación nuclear se origina de lo que se conoce el decaimiento radioactivo. La mayoría de los átomos como el oro, cobre u oxígeno van a seguir como los conocemos por los próximos millones de años, sin embargo, existen algunos átomos que son muy inestables, por lo que cambian su estructura. Estos cambios son lo que conocemos como radiación, y el problema de esta radiación es que es muy dañina para las células, pudiendo incluso dañar nuestro ADN.
¿Toda la radiación es dañina?
Para nada, la mayoría de la radiación no nos hace nada. Pensemos por ejemplo en la luz, es un tipo de radiación, pero que no nos causa daño. Mientras mayor es la energía de la radiación, más dañina nos resultará. Por ejemplo, los rayos ultravioletas son más dañinos que la luz visible, porque tienen más energía, lo mismo con los rayos gamma uno de los tipos de radiación emitida por los átomos, éstos son extremadamente energéticos por lo que dañan incluso nuestro ADN.
Priviat, la ciudad cercana a la planta de Chernobyl no podrá ser habitada durante los próximos 20.000 años, sin embargo, Hiroshima y Nagasaki si han sido habitadas, incluso inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial ¿Por qué esta diferencia?
La clave está en la cantidad de radiación. La radiación emitida por el accidente de Chernobyl fue 500 veces más que la de las bombas lanzadas en 1945. Lo peligroso es la cantidad de radiación presente, la presencia de estos elementos radioactivos en la atmósfera que decaen en otros elementos liberando partículas o radiación dañina. Mientras mayor es la radiación emitida, por más tiempo ésta se quedará, pudiendo incluso viajar y contaminar otras zonas. Recuerda que en un principio los soviéticos querían mantener en secreto el accidente, y fueron los suecos los que detectaron altos niveles de radiación provenientes del Mar Báltico.
Hoy en día países como China o India está construyendo plantas de energía nuclear ¿No constituye un riesgo para estos países?
En la historia ha habido 3 accidentes nucleares, uno en los años ’70 en Estados Unidos, el de Chernobyl, y el de Fukushima después del terremoto de 2011 en Japón. Creo que las bombas atómicas significaron para la humanidad un trauma tan grande respecto al infierno que podrían desatar y sus consecuencias a largo plazo, que desde un comienzo se extremaron las medidas de seguridad en las plantas nucleares, nada está al azar, y ya vamos en las plantas de cuarta generación, que incluso pueden reutilizar parte de los residuos radioactivos.
Volviendo a la China e India, durante décadas su crecimiento se ha sostenido principalmente por la producción de energía en base a carbón, y en ese sentido la energía nuclear tiene dos ventajas, primero la eficiencia, ya que un kilo de uranio produce la misma cantidad de energía que diez toneladas de carbón, y en segundo lugar porque la energía nuclear no libera gases de efecto invernadero, por lo que son una alternativa viable para sustituir las centrales a carbón y diessel mientras se termina de concretar la transición a las energías renovables.
Ni China ni India van a renunciar a su crecimiento, entonces la energía nuclear asoma como una alternativa ventajosa respecto a que su crecimiento se siga sosteniendo en base a la quema de carbón y las toneladas de CO2 que liberan a la atmósfera estas plantas.